Jesús Malverde
El Zorro de carne y huesos.
En su corcel, cuando sale la luna, aparece el bravo Zorro… Zorro,
Zorro, su espada no fallará, Zorro, Zorro, la “Z” le marcará… Zorro… Zorro…
Dicen algunos que lo han visto a media noche, vestido
completamente de negro, con botas de cuero altas, sombrero, capa y antifaz,
todo de negro, con su bigote bien recortado, nariz recta,
frente amplia, cabello peinado hacia atrás, cabalgando en un hermoso caballo
también negro, negro azabache y esgrimiendo con mucha habilidad una espada que
vuela en el aire para dibujar la letra “ZETA”… Otras veces lo han visto que va
vestido todo de verde, con un traje hecho con las hojas del plátano macho,
botas de hojas y capucha también verde vegetal, para confundirse en la
espesura, cual camaleón, para camuflajearse cual guerrero Ninja… Este hombre se
llamaba Jesús Malverde, el Zorro de carne y huesos, que ahora es el santo laico
con mayor prestigio y devotos en la ciudad de Sinaloa del amado México.
Fíjese usted (nos dice con certeza uno de
sus seguidores), si estuvieran juntos los retratos de Malverde y el del propio
Pedro Infante, no habría grandes diferencias, no hay manera de diferenciarlos,
podrían ser el mismo hombre, hasta podrían fácilmente ser de la misma familia,
ambos tienen el rostro del hombre típico del noroeste, son un par de auténticos
machos mexicanos, de hecho Jesús Malverde y Pedro Infante son idénticos, como
dos gotas de agua, solo que Malverde nunca que yo sepa, se puso un sombrero de
mariachi.
Jesús
Malverde nació el
24 de diciembre de 1870, en el estado de Jalisco y aun siendo niño sus padres
lo llevaron a Sinaloa; desde muy joven empezó a llevar a cabo asaltos entre los
ricos hacendados para entregar los bienes robados a los necesitados y a los
débiles, robaba a los ricos y les daba dinero a los pobres, el Robin Hood
mexicano no era Cisco Kid como muchos piensan y se ha querido hacer ver, si no
Jesús Malverde… Robar a los ricos para darles a los pobres, esta era su divisa…
este era su credo.
Los
asaltos los realizaba, en los alrededores de Culiacán, teniendo como víctimas a
las diligencias que cruzaban por los caminos cercanos a Bachigualato, Navolato,
Quilá y Mocorito; él era un salteador de caminos, un hombre que se había
convertido en un héroe popular Mexicano, que tenía una gran facilidad para
escabullirse en las situaciones de mayor peligro, como un agente secreto, como
esos de la serie “Misión Imposible” o el mismísimo 007. Él se esfumaba delante
de los ojos de sus perseguidores cual si fuese un fantasma, como el mago
Hudinni o como un guerrero Ninja, en una ocasión entró a la casa del señor
gobernador a plena luz del día, burlando toda la guardia y a los
guardaespaldas, le robó la espada y todavía tuvo la osadía de dejar una gran
“M” (¿o era una “Z”?) en una de las paredes y sobre el espaldar de una silla,
cortando con la punta de esa espada robada las lisas superficies, era como su
marca, era igual que dejarles dicho que allí estuvo Jesús Malverde…Que allí
estuvo el Zorro… Ni los guardias ni los perros se percataron de su presencia,
así era su habilidad y así lo dice el corrido Tex Mex “La entrega de Malverde” compuesto para él por Arturo Franco y
que dice…
"Cuando oían mentar su nombre,
los ricos hasta
temblaban
y aunque tuvieran mil guardias,
así siempre los robaba".
Según narra la historia, Malverde era un
hombre humilde, un agricultor dedicado a
labores de la siembra, que un buen día cansado de las injusticias, decide
sublevarse, dicen que entonces comenzó a vestirse de negro, a ponerse un
antifaz y salir de noche en su caballo negro a asaltar carretas y permitir que
el botín fuera disfrutado por las personas necesitadas que encontraba en su
camino, por eso todas ellas lo veían como un verdadero benefactor y no como un
ladrón… Cuentan que unos lo llamaban el Zorro cuando vestía de negro y otros lo
llamaban Malverde, cuando endosaba el traje que usaba para camuflajearse, todo
de verde cual “Papageno” de Mozart, el cual estaba confeccionado con hojas de
plátano, un hombre cubierto de plantas, un árbol humano
que se confundía con la floresta.
Era un excelente espadachín, podía batirse a espada
con varios contrincantes a la vez, venciéndolos a todos, con una rapidez
asombrosa con la punta de su espada marcaba en las caras, en los pechos o en
las espaldas de sus enemigos una “Z” o una “M”,
jugaba prácticamente con ellos, como un gato con su ratón, era ágil,
casi volaba, era muy fuerte, era un buen peleador y excelente boxeador, cuentan
que muchas veces le dispararon y el esquivaba las balas, como si pudiera verlas
dirigirse hacia él en cámara lenta, pasaban rozándolo pero no lo herían, tal
cual como a NEO en la película “Matrix”.
Hizo
justicia por su propia mano contra sus acusadores, pero luego pasó lo que nunca
debió pasar una noche de luna llena, después de años de persecución, el
gobierno ofreció una recompensa, tan alta como nunca antes se había hecho, el
avios pegado en los caminos rezaba… “Se Busca a Jesús Malverde, alias El Zorro…
Cien Mil (100.000) Piezas de Oro les serán dadas a quien entregue su cuerpo,
Vivo o Muerto”.
Pero
aquel, que "nunca conoció el miedo”, tenía escrito su destino, pues tuvo
una muerte dramática… Fue perseguido esa misma noche por la policía rural de la
época, llamada popularmente "La Acordada" después de asaltar una
diligencia, estos policías le dispararon sus pistolas sin que las balas le
hicieran un leve rasguño, pero uno de ellos, un hombre gordo y simpático, un
sargento de apellido García, le disparó con una bala que le dio en la pierna
derecha, resultando herido durante ese enfrentamiento, dicen que esta no era
una bala común, si no una bala preparada para matar a los hombres lobos… una
bala de plata, como las que utilizaba “El Llanero Solitario”, salió entonces a
todo galope de la Hacienda de San Ignacio con unas veinte monedas de oro, dos
candelabros y una bala de plata en su pierna, su vestido verde se tiñó de la
roja sangre, en su caballo negro huyó, tres jinetes comenzaron a perseguirlo
disparándole balazos, pero Jesús tubo
una estupenda idea y arrojó las monedas de oro hacia las casas y entonces los jinetes dieron la vuelta para ir
a buscarlas, dejándolo escapar, Malverde perdía mucha sangre, los candelabros
se le cayeron en la fuga, comenzó a marearse y se dio cuenta que la bala de
plata que tenia alojada en su carne, era en verdad una bala de muerte…La bala
era “La Muerte Misma”.
La
noche del 3 de mayo de 1909, Jesús Malverde “El Zorro” Juárez Mazo llegó hasta
su escondite y se dejó caer en el piso de la cueva, ni siquiera se quitó las
hojas de plátano con las que cubría su cuerpo y siguió así vestido de planta,
había sido herido de muerte por la policía del gobernador Cañedo y así lo
encontró su compadre Baldemar López, al que todos llamaban por cariño
“Bernardo”, que era su ayudante y que además dicen que era sordo mudo… Malverde
seguía vestido todavía de plátano y
estaba viendo fijamente en la oscuridad esa luz al final del túnel, entonces su
compadre viendo el fin de su amigo, abrió una botella de Tequila 100% agave
azul y bebió con él… Malverde herido de muerte y con una pierna que comenzaba a
gangrenarse, le pidió a su compadre que después de su fallecimiento, lo colgara
de un árbol para que pudiera cobrar la recompensa que daba el gobierno por su
captura y la donara entonces entre los pobres, la fecha de su muerte a decir de
todos sus seguidores, fue el 3 de mayo de 1909, cuando él tenía treinta y tres
años de edad, igual edad que tenia el otro Jesús, el de Nazareth cuando lo
crucificaron.
Baldemar… Bernardo el
sordomudo, siguiendo las instrucciones de su amigo, cuelga el cadáver de la
rama de un árbol y cobra la recompensa, la cual reparte en nombre de Malverde,
entre todos los pobres de la localidad y hace con ella tanto bien
social como le fue posible hacer y así se hizo… El cadáver
insepulto seguía colgando del árbol por orden estricta del gobernador.
Fue el gobernador Cañedo quien recibe el cuerpo de Malverde y fue él
quien prohibió a través de un comunicado que se le diera sepultura, así le
cobraba el robo de su espada y la intromisión burlona a su hogar… El Zorro
permaneció colgado en la horca, sin que nadie osara refutar al gobernador, ni
siquiera realizando para el cuerpo una fosa así fuese mínima, para que sus seguidores supieran lo que les podía esperar si
continuaban los asaltos… Pasó el tiempo y nadie se atrevía a bajarlo, hasta que
un arriero que pasaba por el lugar lo hizo y sepultó los restos mortales del
Zorro, esto sucedió
dos días después de su muerte, ese hombre le preguntó al cuerpo del ahorcado, que
estaba colgado todavía de un mezquite, dónde podía encontrar unas mulas
cargadas de oro que había perdido la noche anterior, el Zorro muerto le habla y
le dice en donde están las mulas pastando, el hombre las busca en ese lugar y
al recuperarlas por obra y gracia del colgado, se atreve a violar la orden del
gobernante, tomar el cuerpo de Malverde y enterrarlo, dándole cristiana
sepultura al colocarle una cruz sobre la tumba, éste hombre fue quien comenzó a
difundir el culto pues fue el primero al que Malverde le hizo un milagro.
En junio de 1909, poco
más de un mes después de la muerte de Jesús Malverde, muere también el
gobernador Cañedo y a su funeral asisten los principales jefes de la mafia
China del opio, del láudano, de la heroína y la marihuana de Sinaloa… así, la
figura del santo ladrón se opone a la del gobernador protector de la mafia, es en ese momento, en esos días a
partir del 3 de mayo de 1909 cuando se da inicio la canonización laica de
Malverde y este pasa de ser un bandido generoso a ser un santo social.
Las personas que iban de paso, prácticamente todos los que pasaban por
el sitio fueron lanzando piedras sobre la tumba de Malverde hasta conseguir
levantar un montículo, sus feligreses le llevaban entonces
una piedra como protesta porque, según cuentan, el gobernador y el obispo
habían prohibido que se le enterrara y esto era una injusticia de la Iglesia
católica ya que, Malverde traía en el bolsillo de su pantalón, un indulto
firmado por el mismísimo Papa de Roma… La gente de los poblados circunvecinos
de Culiacán continuaron rindiéndole culto, llevándole flores a su tumba, velas
y depositándole piedras traídas ex profeso de sus lugares de origen… El rito
tradicional consistía en traer del lugar de residencia una piedra para
depositarla en la tumba, esta piedra, al momento de hacer la petición al santo
es depositada, luego se toma una de las piedras que están ya ahí que fueron
depositadas por otros fieles, para llevársela a manera de amuleto, cuando el
favor o milagro ha sido cumplido, entonces esta piedra debe ser devuelta a la
tumba, digamos que a cambio de la piedra se le pedían toda clase de milagros
contra enfermedades, desamores o injusticias… las piedras iban entonces de mano
en mano, las piedras eran entonces un instrumento mágico, eran piedras
viajeras.
Con el tiempo, los
huesos de Malverde, fueron rescatados de su tumba original construida al pié
del árbol del que fue colgado, los restos óseos fueron llevados a la capilla
erigida en su nombre y que aun hoy en día cuida “Eligio el Capellán”, quien
desde 1973 se ha hecho
cargo de ella… Dicen los vecinos del lugar, que cuando fue abierta la tumba, para
transportar sus huesos a la capilla, vieron que en ese mismo lugar estaba
enterrado un cofre lleno de monedas de oro, monedas que eran triangulares,
monedas de los tiempos de Fernando Séptimo. "Se lo juro (cuenta Manuel
Lazcano) que estaban allí las monedas de oro triangulares, yo las vi con estos
ojos”… Con ese dinero se concluyó la construcción de la capilla… Eligio cuida
de ella, desde que le dieron cuatro puñaladas en el vientre para robarlo y le
metieron cuatro balazos en el tórax, cuando iba rumbo a El Carrizal de La
Noria, por eso tiene y muestra con orgullo la barriga con las ocho cicatrices…
Ya estaba muriéndome desangrado cuando por fe en Malverde, fue salvado… Dice
Eligio: después de estar ya muerto en el hospital… “Le pedí al Zorro que me
salvara y él lo hizo”… Por eso siempre digo que “Primero Dios y después
Malverde”… Y lo grita con emoción, con devoción, con convicción y
agradecimiento… “Primero Dios y después el Zorro Malverde”.
Primero se
construyó una pequeña capilla, como de
dos metros por dos y medio de fondo y dos de altura y dentro pusieron un busto
de él, con el cabello, cejas y bigotes negros, camisa vaquera blanca con
dibujos, con un parecido enorme al otro santo venezolano, ese que era medico y
que se llamaba José Gregorio Hernández… Luego cubriendo esta capilla, como
arropándola, se construyó una más grande en1980, de 8 metros de frente por 6
metros de fondo y 6 de altura, de cristales y herrería pintados de color azul
cobalto, en una de esas paredes se encuentra otro busto de Malverde, cuentan
que este tiene antifaz y sombreros negros como si fuese el mismísimo Zorro que
hemos visto en la televisión y en la otra pared, está su imagen de pie cubierta
toda de hojas de plátano cual guerrero Ninja… Están rodeadas estas tres
imágenes de velas, de flores de papel, ofrendas, prendas de vestir y otros objetos personales,
fotografías de agradecidos, de enfermos, de mujeres vestidas de novias, de
caballos, de carros y de perros. La capilla está abierta las 24 horas, todo el
día y toda la noche, sus paredes están cubiertas de retablos de mármol y otras
ofrendas, varios frascos con camarones y pescados, vainas de frijoles, piezas
de oro y de plata, también mechones de cabellos, aparatos ortopédicos, trajes
de novias, así como también pistolas,
rifles, revólveres, escopetas, fusiles, ametralladoras y muchísimas balas en
ofrenda, todo el piso cubierto de millones de balas de todos los calibres cual
alfombra.
En este lugar, desde 1973 a lo que va del
año 2005, se han entregado, de forma gratuita a sus creyentes desposeídos, un
promedio de diez mil ataúdes, un millar de sillas de ruedas y millones de
juegos de muletas, además dentro de la capilla se les ofrece un espacio como
velatorio a las familias necesitadas del servicio… A la
salida de la capilla, un grupo de música norteña se encuentra ahí todos los
días, tocando las Mañanitas a Jesús “El Zorro” Malverde, esa compuesta por José Luis Jiménez.
"Estas son las mañanitas
Que canto pa´ que recuerden
Que tenemos quien nos cuide
El Zorro Jesús Malverde".
Que canto pa´ que recuerden
Que tenemos quien nos cuide
El Zorro Jesús Malverde".
Aparte de ellos, grupos como Los Cadetes
de Durango, Banda Nuevo Culiacán, Los Jilgueros del Norte, los Zorros Tex Mex,
Los Chingones Norteños o Los Ángeles de Malverde han compuesto y cantan por
todo el norte de México, un total de 156 piezas entre Corridos Rancheros,
Narcocorridos y música Tex Mex, dedicadas a la memoria de Jesús Malverde.
En el 2005, Malverde ya ha
cumplido con exactitud 135 años, su nacimiento fue en el año de 1870 y muere
prácticamente asesinado el 3 de mayo de 1909 a la edad de 40 años, aunque
muchos historiadores afirman que murió a la misma edad que Jesucristo, a los 33
años de edad… La gente no lo ve tan solo como un santo que está en
el cielo sino como el nombre de un varón que ayudó mucho a la gente en vida y
que lo sigue haciendo desde donde esté, un
ánima como la de Malverde no hace distinciones en el oficio que tenga la gente
que le pide un auxilio, tan solo presta su ayuda efectiva.
Son miles de peregrinos
quienes vienen de
los más dispares sitios del país Azteca en el mes de mayo,
así como también de todos lados del mundo a su capilla, la cual se cubre de flores y se llena de
música norteña, vienen entre ellos narcotraficantes
reputados de Los Ángeles, Texas, Tijuana, Medellin o de Cali… Vienen a él
también los marginados sociales de todo tipo, los más pobres, los lisiados, los
rateros, los matones, las prostitutas, los estibadores, los cargadores de la
estación de ferrocarril y llegan a rezarle también las muchachas de la vida
galante y las mujeres del mal comportamiento, los traficantes de drogas y los
drogadictos, en fin, los que tienen estigmas y que encuentran en Malverde, a
alguien con el cual se identifican, a un personaje que se les parece, en el cual
pueden confiar y encomendarse… Este es el culto que une y fusiona la religión
con el placer de violentar las leyes, este santo es como el Patrono de los que
se encuentran por una razón u otra al margen de la ley, de los que recorren el
sendero delictivo, él es el verdadero y único Santo Mutante de todo el
territorio llamado México…
Por eso todos ellos
cantan con devoción la oración de
Malverde, que se ha hecho canción popular norteña y que dice:
Hoy ante tu Cruz postrado ¡Oh
Malverde Mi
Señor te pido misericordia y que alivies mi dolor.
Tú que moras en la Gloria y estás muy cerca de Dios Escucha los sufrimientos de este humilde
pecador
¡Oh! Malverde milagroso
¡Oh! Zorro mi Señor,
Concédeme
este favor y llena mi alma de gozo…
Dame salud Señor, dame reposo,
Dame
bienestar y seré dichoso.
Después
de su muerte comenzaron sus apariciones, son muchísimos quienes aseguran que se
les apareció o que han visto a Malverde montado en un caballo negro… Una
famosísima aparición del jinete, del santo bueno, del Santo Mutante, fue la que
realizó en una cantina Sinaloense que se llamaba “La Curva”, ahí llegó una
noche de luna llena después de las doce, muy elegante, con su bigote negro muy
bien cortado, vestido de traje negro, con capa, botas, sombrero y antifaz, se
bajó de su caballo también negro como el azabache y empuñando su espada le dijo
al cantinero: “Sírveles a todos, que yo pago”. El cantinero sirvió una ronda de
tequila y luego tres mas por cuenta del hombre vestido de negro y al rato el hombre
aquel, le pidió la cuenta y le firmó un vale escribiendo su nombre y
responsabilizándose del pago como “Jesús Malverde el Zorro”, luego con su
espada marcó una “Z” enorme en la puerta de madera de la cantina y desapareció,
zassssss!!! Como por arte de magia se esfumó… El cantinero perdió la voz por
siete días, el mesonero cayó desmallado sobre la barra y a todos en el bar se
les quitó de inmediato la borrachera…Muchos aun hoy en día tiemblan al recordar
lo sucedido y otros nunca más han vuelto a probar ni gota de licor.
“N´ombre
cuate, si han pasao cosas increíbles… Yo po´eso sí creo en él… No manchen
pinches"…¡¡¡Chiiiiiingaos!!!!!!
Ji-Joleeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!!!!
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