POR
AMOR A MARILYN MANSON
Seis escalones para llegar al reverendo
Primer escalón
La fila para acceder a la entrada del templo era larga
pero fluía rápidamente; al llegar a la puerta y al igual que a todos los que
queríamos entrar, unos gigantescos policías nos tocaban nuestras partes íntimas
y nos registraban a ver si traíamos drogas o armas; Uno pasaba pon un detector
electrónico de metales tan sensible que sonaba hasta con las llaves del auto,
lo que hacía que tuviéremos que vaciar y voltear nuestros bolsillos... luego
unos perros pastores alemanes y dobermans nos metían sus frías narices hasta en
el medio de las nalgas, perros adictos a la cocaína o a la marihuana nos olían
en búsqueda de dichas drogas; fuckinperros me dije, malditos perros enfermos!
Al pasar la primera cerca metálica, entregué mi boleto
de entrada y me enfrenté a la mirada inquisidora de unos brutos, de unos
enormes guardias de seguridad, masas de músculos que a duras penas cabían en sus
playeras ajustadas.
Y aquí estamos,
al fin dentro del templo, aquí estamos, cientos de nosotros apretujados,
buscando nuestro asiento, ¿pero que asiento? Si una vez adentro ya no hay
reglas, ni deberes, ni derechos...
Nadie en verdad respeta nada, somos seres humanos que
aquí adentro nos hemos convertido en un todo llamado “la masa” y yo también
formo parte de ella…
Segundo
escalón
Una cruz gigantesca llena de monitores de televisión,
se alzó lentamente y pasó de estar completamente acostada a quedar perfectamente de pie en el medio del
escenario; súbitamente todos los bordes de la cruz se encendieron en una llama
azulada, típica de la combustión del gas. La luz de la cruz en llamas hizo que
notáramos que en su centro había un hombre crucificado a las pantallas de los
televisores, con botas altas de patente rojas, de alta plataforma, vestido de
un estrecho traje blanco como si fuese pintada en la piel, nalgas al aire,
ausencia de órganos sexuales en su entrepierna, ojos, boca y uñas pintadas de
negro; en su mano izquierda sujetaba el micrófono y en su mano derecha esgrimía
una botella de vidrio que estrelló contra el paral metálico del micrófono, para
luego con la punta quebrada de dicha botella hacerse unas cortaduras en su
pecho y en su costado logrando que la sangre brotara por las heridas. Luego los
pedazos de vidrio restantes fueron recogidos del piso por dos muchachas del
público, quienes con ellos se escribieron
sobre los brazos y sobre el pecho, con profundas cortaduras, el nombre de su
héroe, el nombre de Marilyn Monroe y el de Charles Manson fusionados en uno: la
M.M. sangrante que le escurría por sus pechos.
Una voz de ultratumba llena el espacio y hace la
presentación: damas y caballeros, ladys and gentelmen, welcome to the show, con
ustedes Marilyn Manson. (¡Gritos de
histeria colectiva!!!)
Tercer
escalón
Apareció como si fuera un espectro, con las manos y el
pecho cortado y lleno de sangre, con alas de plumas blancas en su espalda como
si fuera un ángel caído; pero no un
ángel manso sino un ángel furioso, blanco, pálido, con los ojos amoratados por
los golpes y los labios pintados de negro. Al hablar vomitaba sangre y no era sangre
de utilería, era sangre verdadera.
La música a un altísimo volumen casi ensordecedora
apenas me hacía entender de qué se trataba lo que quería decirnos...
“I don’t want you and
I don’t need you...
don’t bother to resist,
I’ll beat you ’’...
Nos gritaba
mientras todos los de su grupo caminaban
sobre altísimos zancos, o aparecían vestidos como gusanos y ninfas, con
corsets trenzados, con cascos de cuero de los usados por los aviadores en la
segunda guerra mundial o rasgando sus vestiduras.
Yo desde el público formaba parte de la masa, y si la
masa saltaba, pues yo saltaba, si aplaudía pues yo aplaudía, si gritaba yo
gritaba y si bailaba pues yo también bailaba; todos formando un todo, tal cual
como también hacemos en misa los domingos.
Una lluvia de cerveza fría lanzada desde atrás acaba
de caer sobre mi cabeza, también me han pisado en varias ocasiones y me han
empujado, pero todo me da igual, vine al concierto y todas estas cosas forman
parte del concierto.
La espesa neblina de los cigarrillos y otras hierbas
nos envolvía y nos obligaba a respirarla, irritando nuestros ojos y nuestra
garganta; me dieron entonces codazos, me escupieron, y hasta me mordieron en el
hombro y en un tobillo; en uno de los empujones se me cayeron los lentes y
nunca mas supe a dónde fueron a parar,
el frenesí nos arropaba a todos, ¡coño lo habíamos logrado¡, estábamos en las
primeras filas del concierto más importante de nuestras vidas y sobre la tarima
a pocos pasos de distancia estaba nuestro máximo héroe con su familia; ¡Era lo
máximo estar a pocos pasos de un santo viviente, de un verdadero Santo
Mutante!.
Entonces las paredes se rajaron y por las hendiduras
comenzó a chorrear sangre, más y más sangre, el predicador en su liturgia nos
señalaba el hecho de no poder nosotros ver el bosque a causa de los árboles del
mismo bosque and also you wan’t smell your own shit on your knees.
Un humo amarillo y con olor a almendras amargas y
otras veces a incienso de iglesias impregnaba el ambiente; un joven punk a mi
lado me regaló una cerveza helada la cual agradecí y me trague casi en un solo
sorbo hasta el final...mi garganta se lo agradeció profundamente; cerveza,
imagino que de un alto grado alcohólico pues rápidamente se me subió a la
cabeza como si fuera un avión...un jet...un verdadero cohete…
Marilyn Manson con su micrófono en mano predicaba
desde el púlpito.
Cuarto escalón
Habla el reverendo con voz recia, con rabia,
enérgicamente:
“¿Acaso cuando ellos matan no es lo mismo cuando lo
hacen en Vietnam, en Janesboro, en Arkansas o en los ghetos de Nueva York?
¿No justificamos algunas matanzas sólo por el hecho de
que se realizan por razones justas?
Si un niño tiene la edad suficiente para comprar un
arma o conducir un auto; ¿No tiene entonces la edad suficiente para ser
responsable del auto y del arma?
A los norteamericanos les encanta encontrar un ícono
en el cual proyectar su culpa. Debo admitir que he asumido el papel de
anticristo; yo soy la voz de la individualidad y la gente tiende entonces a
asociar a cualquiera que se vea o que actúe de manera diferente, con
actividades ilegales o inmorales; en lo profundo de su ser, la mayoría de los
adultos odian a las personas que se salen del montón.
Es divertido como la gente es ingenua y no tienen
memoria como para olvidar a Elvis Presley, a Jim Morrison y a Ozzy Osbournet;
todos ellos fueron víctimas de los mismos prejuicios, escrutinios y
argumentos”... (Aplausos y más aplausos mezclados con gritos histéricos del
público)
Y mientras hablaba y se limpiaba las entrenalgas con
la bandera de su país, se limpiaba en verdad las entrenalgas con la bandera de
los Estados Unidos de Norte América...o lo que es lo mismo al limpiarse con las barras y estrellas, con
la bandera gringa se limpió el culo.
“Sweet dreams are made of this”, esa pieza de la Lenox
nos cantaba.
Quinto
escalón
Marilyn Manson y Twiggy Ramírez se besaban con pasión
morbosa en sus bocas y juguetearon con sus lenguas, Madonna Wayne Gacy tocaba el sintetizador que
colgaba en un columpio, Ginger Fish destrozaba literalmente la batería con sus
baquetas y Johnny Five rompía con furia su guitarra eléctrica contra el piso;
Sara Lee Lucas tubo que abandonar el escenario repentinamente después que
Marilyn Manson y Twiggy le rociaran bencina para luego prenderle fuego,
convirtiéndolo en una tea humana...se fue envuelto en fuego y nunca más volvió.
Fue entonces justo en ese momento cuando el piso
comenzó a cubrirse de sangre, pelos y moscas; todos nosotros parecía que
estábamos poseídos por espíritus extraños, la gente comenzó entonces a
desnudarse, a hablar en idiomas diferentes (Inglés, Alemán, Árabe, Japonés,
Italiano, Español, Portugués...) comenzamos a sudar, a sudar y a sudar a
torrentes; algunas mujeres lloraban y se tiraban de los pelos, otras caían
desmayadas y otras pegaban alaridos espeluznantes.
Tres cruces gigantescas fueron rociadas con gasolina y
luego incendiadas, el calor del fuego era abrasador; mas y más sudor, la gente
vomitaba el alcohol recién consumido, el piso lleno de calaveras transparentes
de plástico y de huesos fosforescentes, la luz estroboscópica nos hacia ver
moviéndonos en cámara lenta, todo el piso comenzó entonces a moverse como si se
tratara de un terremoto; huesos luminosos, sangre espesa y pegajosa, pelos,
vomito y moscas cubrían el piso, la música era algo tan maravilloso que
penetraba y movía por dentro los cuerpos.
Las tres cruces de fuego eran un espectáculo
alucinante, los rayos láser de color verde cruzaban el espacio como si fuese
una guerra de las galaxias.
Me uní a la masa danzante y brinqué, brinqué y
brinqué; yo también me sorprendí a mí mismo coreando al máximo líder con
aquello de:
’’I never wanted it to end this way, but flies will lay
their eggs”.
Es que ese ángel with scarbed wings, ese ángel
furioso, ese anticristo superstar, no es otro que él magnifico M.M. y yo
también pertenezco a su international fan club; Con mucho orgullo formo parte
de la” Marilyn Manson Family” y, justo hoy “God is in the T.V”.
Sexto
escalón
HEA-VEN / HEA-RT / CONFO-RT
FIEN- D / MIN-D / MIN-ISTER
COMPLA-ISANT
/ COMPLA-CENT
MA-LICE /
MM / MA-STER
Ya terminado el fabuloso show y mientras toda la
muchedumbre se retiraba del templo, me dirigí presuroso al camerino de las
estrellas, para hacerle una entrevista al líder del grupo, para hacerle
preguntas al Sr. Manson, para que me hablara acerca del rock, las drogas, el
sexo, el amor, la política, la religión y la revolución; la idea era terminar
de reunir toda la información posible para publicarla en nuestro: anticatálogo
de ideas en torno al arte no convencional; nuestro “Balas de Plata’’.
El carnet plastificado que colgaba en mi cuello y me
identificaba y acreditaba como
reportero, cual palabra mágica de ábrete sésamo, me permitió atravesar por la
columna de masas musculosas, que con caras de pocos amigos, protegían la
entrada a su camerino, esos ángeles guardianes, sus guardias de seguridad.
La antesala estaba llena de sus amigos más cercanos:
Eminen, Jim Rose, Mr. Enigma, Lizard Man, Trent Reznor, la gente del NIN entre
otros; a lo lejos ví a un par de tipos que se me parecieron mucho a David Bowie
y otro a Alice Cooper pero de ello si no estoy tan seguro.
Al entrar al camerino ya él me estaba esperando; sus
brazos tatuados con símbolos esotéricos, su larga cabellera lisa y negra, su
blanca palidez, su chorreado maquillaje...listo para la entrevista; A sus pies,
sentado en el piso y abrazado a una de sus piernas estaba su inseparable Twiggy
intentando morderle la entrepierna.
Gustosamente me miraba con un ojo de color negro y
otro de color blanco; él estaba completamente desnudo y así pensaba quedarse,
desnudo para matar, desnudo para ser entrevistado.
Nos sentamos frente a frente y yo saqué de mi bolsillo
un pequeño grabador el cual encendí con el volumen al máximo y lo coloqué sobre
la mesa de metal. Entonces el dios-hombre comenzó a hablar: “soy un artista
controversial, alguien que se preocupa por tener una opinión y por crear música
y videos que estimulen las ideas de las
personas que habitan en este mundo hueco; en mi trabajo yo examino a la América
en la que vivimos y siempre he tratado de enseñarle a la gente que el demonio
al cual tanto le temen y a quien culpamos por nuestras atrocidades, está en
cada uno de nosotros y no afuera, así que es tonto pensar que el fin del mundo
va a llegar de un día para otro, el fin del mundo ya lo hemos estado viviendo
desde hace mucho tiempo!!!. Uno puede escaparse del infierno al no creer en él,
pero uno no puede jamás escaparse de la muerte. En el pasado se tenía la idea
de que uno podía darse la vuelta, correr y empezar algo mejor; pero ahora
América se ha convertido en un gran centro comercial y debido a la nueva
tecnología y a Internet, no hay a donde correr, la gente es igual en todas
partes del mundo, estamos globalizados pero para mal, todos están igualmente
alienados en todos los lados del mundo, they love you when you are on the
covers, when you are not then they love another...fuck off..
Me dio un fuerte apretón de manos, se dio media vuelta y se fue al baño
a darse una buena ducha de agua caliente y aunque yo sabía que esa noche
continuaría la fiesta, esa fiesta no era para mí porque nadie me había invitado
formalmente… y aunque nadie tampoco me
tomó una foto junto a él… Hoy que
hay luna llena, me
voy feliz a mi casa porque
he pasado una de las mejores noches de mi vida y por haber podido hablar cara a
cara, face to face con mi héroe, con mi amigo: El gran Marilyn Manson... Por
eso les cuento hoy este sueño, esta bella historia que he querido compartir con
ustedes… “Sweet dreams are made of this”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario