“SANTO” y
“Blue Demon” contra las Mujeres Vampiros.
De cuando la lucha
libre era de verdad – verdad…
Todos sabíamos que Clark Kent era Superman, que Bruce Lee
era Kato y que Bruno Díaz era Batman, pero nadie sabía ni nadie supo quienes
eran Santo ni tampoco Blue Demon.
Primer Asalto
No se exactamente la
fecha en que por primera vez vi la lucha libre; creo que fue en 1960 o en 1961,
cuando yo tenía diez u once años de edad. La veía en blanco y negro, en la
televisión y, tenía que hacerlo a escondidas porque mis padres me lo prohibían
por lo fuerte y ruda que era, la lucha de ese entonces era de verdad, verdad.
Como la transmitían de noche y a causa de la prohibición paterna, tenía entonces que fingir que me iba a la cama. Luego a escondidas encendía la televisión, como si estuviese viendo pornografía.
Como la transmitían de noche y a causa de la prohibición paterna, tenía entonces que fingir que me iba a la cama. Luego a escondidas encendía la televisión, como si estuviese viendo pornografía.
Era
fascinante... Los rudos y los buenos, los héroes y los villanos, las luchas de
máscara contra cabellera, máscara contra máscara, las batallas cámpales, la
lucha de relevos y sus llaves: “la doble Nelson” (del Dr. Nelson), los
múltiples golpes de puño muy cortitos del Tigrito del Ring; “la patada
voladora, el piquete a los ojos, la palanca al brazo, la puesta de espaldas, el
cangrejo”... Estos gladiadores se golpeaban muy fuerte y sangraban de verdad, verdad.
Admiraba a estos gladiadores, todos ellos estupendos atletas, excelentes acróbatas y magníficos actores; ellos eran mis héroes… El Santo decía: “Siempre critican a la lucha libre que porque es de payasada, que porque no es de verdad; claro que la lucha libre tiene mucho de teatro, pero el teatro se lo da el luchador. Y según el teatro que pueda hacer un luchador arriba del ring, en un cuadrilátero, es bueno o malo el espectáculo. Al igual que un torero, porque un torero sin condición física no vale nada, le tiene que “echar arte” a su torear. En la lucha cada quien tiene su personalidad, como en el toreo, la agilidad del luchador dependerá de cómo se mueve arriba de un ring y de como le guste al público. Para ser un payaso arriba de un ring necesitas antes que ser payaso ser un luchador. Un luchador puede ser y hacer muchas cosas. Hacer poses teatrales, ballet arriba del ring, puede haber mucha plasticidad en las llaves... “La Lucha Libre es un Arte”.
Admiraba a estos gladiadores, todos ellos estupendos atletas, excelentes acróbatas y magníficos actores; ellos eran mis héroes… El Santo decía: “Siempre critican a la lucha libre que porque es de payasada, que porque no es de verdad; claro que la lucha libre tiene mucho de teatro, pero el teatro se lo da el luchador. Y según el teatro que pueda hacer un luchador arriba del ring, en un cuadrilátero, es bueno o malo el espectáculo. Al igual que un torero, porque un torero sin condición física no vale nada, le tiene que “echar arte” a su torear. En la lucha cada quien tiene su personalidad, como en el toreo, la agilidad del luchador dependerá de cómo se mueve arriba de un ring y de como le guste al público. Para ser un payaso arriba de un ring necesitas antes que ser payaso ser un luchador. Un luchador puede ser y hacer muchas cosas. Hacer poses teatrales, ballet arriba del ring, puede haber mucha plasticidad en las llaves... “La Lucha Libre es un Arte”.
Era un placer para mi
a los 10 años, dibujarlos cuidadosamente, colorearlos con mis lápices
Prismacolor y luego recortarlos y formar muñequitos de papel para jugar con
ellos a las lucha durante horas...
Otro placer
irrenunciable era comprar cromos de la lucha libre, coleccionarlos y llenar
álbumes con estas barajitas y leer las revistas de lucha libre que llegaban de
México e intercambiar imágenes con mi primito Willmer Ramos.
Eran muchos los
luchadores que existían, pero por siete de ellos siempre sentí la máxima
admiración y en verdad los veía como mis héroes… guerreros como Blue Demon,
Lotario, Rayo de Jalisco, Huracán Ramírez, Mil Máscaras, el Dragón Chino y el
mejor de todos, la maravilla humana, Dios hecho hombre “Santo, El Enmascarado
de Plata”… Ellos eran en verdad unos “Santos Mutantes”.
¿Pero, qué hace que
una persona oculte su rostro detrás de una mascara? Los luchadores enmascarados
(y las luchadoras también) llevan puestas “SIEMPRE” sus máscaras, aún fuera del
ring, dentro de su vida privada, van al mercado con ellas, se casan con esas
máscaras puestas, en fin, hacen “el diario” con ellas encima…
Supe que cuando murió
El Santo, El Enmascarado de Plata, la gente hacia largas filas, largas colas
para verlo en su último adiós. Todo México fue a ver a su héroe enmascarado por
última vez; acostado en su ataúd, vestido de traje oscuro, camisa blanca y
corbata y con su máscara plateada puesta, porque El Santo pidió ser enterrado
con su máscara puesta y así se hizo; porque El Santo era enfático cuando
hablaba de sí mismo y siempre con su máscara plateada puesta: ¡“Santo, El
Enmascarado de Plata”! Así dice mi pasaporte, así dicen todos mis papeles y mi
licencia de manejar… y la foto que aparece en todos mis papeles de identidad es
la misma; soy yo con mi máscara plateada puesta. Cuando viajo al extranjero, a Guatemala,
Venezuela, España, USA o a cualquier país del mundo, me monto al avión con mi
máscara puesta, llego con todo y máscara a inmigración. Ahí me pasan con el
oficial encargado, con el principal. Entro en su oficina, nada más él y
yo, me mira bien hablamos y me sella mi pasaporte y paso sin ningún problema
¡hasta sin aduana!... Yo soy el único Santo, éste que tienes aquí frente a ti,
la gente no se deja engañar, me reconocen, el cuerpo del Santo es
inconfundible, la gente lo sabe. Una vez, un cuate se puso la máscara y salió,
todos se fueron atrás de él, pero inmediatamente se dieron cuenta que no era el
Santo. Las suplantaciones me las han hecho. Hasta en Beirut donde soy muy
popular, en el extranjero, en la provincia. Pero si un cuate se para a luchar
con mi nombre lo linchan!.
Segundo Asalto
Este Demonio Azul,
era la personificación del bien que siempre vencía al mal, luchaba contra
momias terroríficas, científicos enloquecidos, narcotraficantes, invasores de
otro mundo, mujeres vampiros y pillos de la mas diversa calaña… El Blue Demon,
al lado de su gran compañero de aventuras, “Santo, el Enmascarado de Plata”
eran en verdad una pareja de grandes éxitos, primero fueron archí enemigos
acérrimos y se odiaban, después fueron grandes amigos y filmaron montones de
películas e hicieron cientos de fotonovelas juntos, uno de Plata y el otro de
Azul, uno Santo plateado y el otro un verdadero Demonio…Azul.
Blue Demon era muy
aguerrido, si no te lo quitabas rápido de encima, él terminaba por patearte,
era admirable, ancho de espaldas, con bíceps enormes, en verdad muy ágil, muy
fuerte por naturaleza y muy musculoso, todos los demás luchadores lo admiraban
por su agresividad, por su tenacidad y por su entrega en la lucha, era un
atleta completo, le gustaba su profesión y se dedicaba con ahínco a ella… Nunca
se descuidaba y arriba del ring era terrible, se necesitaba de un esfuerzo
sobrehumano para poder vencerlo.
Era la época en que
abundaban los bravos luchadores, grandes atletas y hombres con mucho valor, era
otra época sin dudas y eran otros los guerreros: Tarzan López, Tonina
Jackson, El Medico Asesino, El Enfermero, Rayo de Jalisco, Huracán Ramírez, Mil
Mascaras, Ray Mendoza, Black Shadow, Karloff Lagarde, Sugi Sito, Dorrel Dixon,
El Perro Aguayo, Tony Gorne, Murciélago Velásquez, El Doctor Wagner,Gran
Jacobo, el Gorila, Dragón Chino, Santo el Enmascarado de Plata y Blue Demon.
A finales de los 50s
y hasta el comienzo de los 60s, fue la época de oro de la lucha, y esta lucha
era real, con arte y con maña, la lucha libre era de verdad – verdad… NO
como las de ahora en que todo es tan teatral, lleno de pantomimas y maromas… El
Demon dice que le da lastima la lucha libre de hoy en día… “Pobrecita, como la
han degradado, la han convertido en una burda imitación de un circo lleno de
payasos y actores… yo soy un luchador y se supone que con quien luchaba también
lo era, así que no tenia porque acariciarlo, arriba del ring, así como en la
selva, lo que imperaba era la ley del mas fuerte, del mas feroz… Solo faltaba que
hasta Bruce Lee se subiera también al ring, ja, ja, ja.
Tercer Asalto
El
mundo infantil es una maravilla y está lleno de fantasía, los superhéroes de la
televisión y de los comics hacen que los niños quieran emularlos, cuando el
niño ve una historieta de Batman o del Hombre Araña, se forma una idea muy
importante sobre esos personajes. ¿Qué niño no quiere ser como Bruce Lee, como
Steven Segal, Jacky Chan, Chuck Norris, el 007 o Van Dame?
Yo
he visto en México muchos niñitos encarnar al Santo, se ponen una capita, una
máscara plateada, sus botitas de tela metálica, su malla y trusa de luchador,
luego caminan y se ponen en guardia tal cual como El Enmascarado de Plata, es
fabuloso de verdad!. Hay una gran sinceridad en como se asume el personaje, el
niño disfrazado ”es” y se siente el personaje y encarna realmente al héroe,
dejan de ser ellos y se transforman al instante en un Power Ranger, en Kato, en
una Tortuga Ninja, en el hombre araña, en Supermán o en el Santo, El
Enmascarado de Plata… Ahora también como personaje de comics para la TV en
Cartoon Network.
“Ni
tanto que queme al santo, ni Santo contra las momias…”
Pongamos entonces un disco del grupo de rock mexicano “Botellita de Jerez”, los cuates del guacamole… “Guacarrock del Santo” se llama esta pieza en que se le rinde homenaje a uno de mis héroes…
“Hay hombres que luchan un día y son buenos
Hay hombres que luchan toda la vida y son mejores
Pero hay los que luchan todos los domingos
Esos son los chidos
Santo el Enmascarado de Plata
Héroe de carne y hueso, defensor de los buenos
Que a las mujeres vampiros hombres lobos y enanos
El solito hizo menos”
El Santo nos dice:
“Yo comencé como Rudo. Luego me puse el nombre de batalla “El Santo” para que
hubiera un contraste; al comienzo me iba a llamar Ángel porque al principio
tenía miedo de llamarme “Santo” porque la gente iba a pensar que me estaba
burlando de Dios o algo así, pero luego me aceptaron y el nombre gustó y así ha
sido hasta ahora, porque yo me siento identificado con este nombre y la misión
que tengo en esta vida es la de acabar con los malos y mandarlos al mismísimo
infierno, porque aunque algunos me
critiquen, yo si creo en el infierno. Porque debe haber algo para unos y algo
para otros. ¿Cómo es eso de que la gente mala que se ha portado mal se vaya al
mismo lugar que uno que se ha portado bien? Debe de haber infierno y creo que
lo que dice Dante en La Divina Comedia es cercano a como es ese lugar. Aunque
allí
hay cosas que no pueden ser, los que creemos sabemos que a lo mejor es así, aunque
no igual.
Cuarto Asalto
El Demon, comenzó su
preparación a la edad de 15 años, vivía prácticamente en el gimnasio,
aprendiendo todo el tiempo, entrenándose y perfeccionando su estilo,
forjándose, era un verdadero atleta, hacia luchas en el gimnasio, en el ring y
también en las calles, donde era invencible, se encontró con enemigos que
quisieron humillarlo, de desbaratarlo, pero el tubo que ser aun mas rudo que
ellos… aun así y a lo largo de su carrera sufrió varias heridas y golpes
mortales que casi lo enviaron al otro mundo, fue sometido a autenticas pruebas
de fuego, era la época de la guerra entre las doce cuerdas.
Había dolor físico en
la lucha libre, mucha sangre y golpes prohibidos, como el que le dio un día
Tony Gorne, un puñetazo tan fuerte en la quijada, que lo noqueó y aquella lucha
contra el Cavernario Galindo, quien lo lanzó fuera del ring haciéndolo caer de
cabeza y fracturándole el cráneo, en otra oportunidad también le fracturaron la
cervical y casi le parten una costilla.
En su carrera y en
medio de fuertes batallas, descubrió la identidad secreta de diez luchadores, a quienes les quitó la
mascara, en combates de “mascara contra mascara”, eran duelos personales casi a
muerte, coleccionó 10 mascaras y rapó a ocho adversarios, en luchas de “mascara
contra cabellera”, pero sin dudas su
mejor pelea fue contra el cavernario Galindo, el mas rudo entre los rudos, el
mas malo entre los malos… Dice el Demon: “Era un luchador tremendo, sucio entre
los sucios, vil, malvado y ruin, un demente, que te golpeaba con todo y hasta
te mordía en los pies con zapatos y todo”.
La mascara, siempre
la mascara, detrás de la mascara está el ser humano, muy privilegiado, ya que
él es quien disfruta de los logros del personaje que ha creado… Tuvo que vivir
gran parte de su existencia debajo de esa mascara, sin que la gente supiera
cual era su verdadera identidad, la primera fue hecha de piel de cabra por un
zapatero, ahora es de seda brillante… llevándola puesta “SIEMPRE”, aun fuera
del ring, aun en su vida privada…aun cuando murió, (el 16 de diciembre del año
2000) porque al igual que su compañero “El Santo”, el Blue Demon fue sepultado
enmascarado, acostado en su ataúd, vestido de traje azul oscuro, camisa blanca,
corbata y con su mascara azul puesta.
Quinto Asalto
¿Son
los Luchadores de la Lucha Libre popular unos Artistas Marciales?
Lo
eran cuando yo era niño, cuando se luchaba de verdad verdad o al menos yo los
veía así con mi ojos sin mácula; Blue Demon y El Santo eran en verdad
especiales y tenían ese espíritu marcial aunque ellos ni lo supieran, pues lo
reflejaban en todos los actos de sus vidas, tal cual como lo hacen los Samurais…
Ellos eran sin dudas los Santos Mutantes. ¿y los luchadores de ahora? bueno hoy
en día no pondría mis manos en el fuego por ellos como tampoco lo haría por
muchos que se dicen así mismos que son Maestros Marciales, aunque vistan Karate
GI, kimonos y luzcan flamantes o desteñidas cintas negras en su cintura, ellos
solo endosan uniformes y disfraces; viven en un mundo de fantasía, en sus
sueños y en sus pesadillas y algún día tendrán que despertarse.
Las
artes marciales pertenecen a un mundo que mezcla lo físico con lo espiritual y
es uno de los medios más intensos para comprender esa sutil y frágil frontera
entre la vida y la muerte… así son las artes marciales!.
¿Y
qué de los sueños y las pesadillas? Pues esto lo dejaremos en boca de nuestro
héroe “Santo el Enmascarado de Plata”… él dice: “Tengo un sueño que se repite.
A veces sueño que subo a una montaña muy alta y que me caigo desde lo más alto.
Me veo volar primero muy rápido, caigo y luego más lento, voy cayendo hasta lo
más hondo. Primero rápido y luego despacio, pero nunca me pasa nada, siempre
despierto antes de que nada suceda…
Ja,
já, ja, já. Mis pesadillas son mis hijos… Ja, já, ja, já.
Sexto Asalto
Hoy que hay luna
llena, el
Demon nos hace el recuento de su existencia… Digamos “la versión azul de la
historia”…
En el año de 1988,
después de más de cuarenta años como luchador, he tomado la decisión de
retirarme de los cuadriláteros… La lucha me llevó a la superación total, tanto
económica, como social y sobre todo como crecimiento espiritual, me dio mucho
bienestar, me llevó a conocer muchas ciudades del mundo y a muchísimas
personas, pero sobre todo me acercó al pueblo y a la niñez… Vivo bien, tengo un
gran pasado, un grato presente y también un prometedor futuro, se acabó mi
ciclo como luchador activo, porque nunca hice lucha de ficción, si no lucha
verdadera y ahora lo miro todo sin nostalgia y con mucho agradecimiento, mi lucha
ya es otra, soy profesor, tengo mis gimnasio y les enseño este maravilloso
ARTE, este CAMINO a las nuevas generaciones… Estoy satisfecho, ya puedo morir
en paz.
Blue Demon con su
mascara eterna, mascara de un azul eléctrico muy intenso que nunca se quitaba…
Dicen que el Demon ha
dejado su cuerpo aquí en la tierra y que ahora está en los cielos… Pero en
realidad de lo único que en verdad tenemos certeza, es que sigue siendo el
único “Demonio Azul Enmascarado” que está en el cielo al lado de su carnal “El
Santo”…
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